*Omitió actuar contra líderes regionales y multiplicó enfrentamientos
*Empresarios, productores, transportistas negocian cupos y sanciones
*Estados Unidos actuará contra cárteles porque afectan sus mercados
Urbano Barrera/ Grupo Sol Corporativo
Michoacán.- El expresidente Andrés Manuel López Obrador desde el inicio de su gobierno fue enterado de que el crimen organizado fijaba los precios de venta del limón en Michoacán y la introducción del cítrico en el mercado global de México y Estados Unidos.
También se le avisó quiénes eran los productores y empresarios amenazados, cuánto pagaban por concepto de derecho de piso, venta de seguridad y hasta de las sanciones por incumplir las reglas criminales.
Inteligencia Militar (S2-Sedena) le puso sobre la mesa en su oficina de palacio nacional reportes puntuales con los nombres de los extorsionadores, municipio por municipio, en la región de “Tierra Caliente” Michoacán, pero nada se hizo.
Se le informó, la manera en que los criminales sostenían reuniones periódicas con los empresarios, productores, introductores, transportistas y hasta acaparadores.
Conoció que los encargados de plaza estaban en guerra y que se repartían por zonas la comercialización del limón amarillo, verde y cítrico para exportación.

Las investigaciones fueron tan profundas que se tenía nombres, direcciones, rutas y hasta los números de teléfono fijo y móviles de los capos, jefes de plaza, lugartenientes, operadores y ‘halcones’.
SEGUIMIENTO A CRIMINALES
Al inicio del gobierno de AMLO se le entregó información de Nicolás Sierra Santana “El Coruco” y/o “El Gordo”, jefe del grupo delictivo “Los Viagras” (fracción de la organización delictiva “Cárteles Unidos”), con presencia en los municipios de Apatzingán y Buenavista, Michoacán.
Este sujeto generó y conformó grupos para promover la violencia en la región de “Tierra Caliente, Michoacán”; así como en municipios limítrofes en otras entidades.

Sierra Santana entró en conflicto con César Alejandro Sepúlveda Arellano “Botox”, (jefe del grupo delictivo “Los Blancos de Troya” quienes también ejercieron control en la zona y se les imputa la ejecución del joven empresario Bernardo Bravo Manríquez, líder productor de limón en Michoacán.
De acuerdo a las autoridades locales en Michoacán, la fiscalía cuenta con pruebas científicas que señalan a «El Bótox» como el autor material e intelectual del crimen.
En la actualidad se ofrece una recompensa por información que conduzca a su captura, así como de delincuentes de su organización.
TESTIMONIOS DIRECTOS
Alberto García Flores “Pegy” (operador de recursos de procedencia ilícita), comentó con sus colaboradores, que fue el encargado de reunirse en la localidad de “Cenobio Moreno” (Las Colonias) con productores de limón, para discutir y fijar el precio del limón.
“Pegy” mencionó a una colaboradora de su confianza, que en la reunión que tuvo con los compradores de limón en Las Colonias acordaron que el limón debería ser pagado a cuatro pesos el kilo y que en mayo de 2022 bajaría el costo a tres pesos con 50 centavos por kilo más un porcentaje como cuota criminal por cada kilo.

Tan pronto se conoció la orden impuesta por Nicolás Sierra Santana jefe de “Los Viagras”, César Alejandro Sepúlveda Arellano “Botox”, (jefe del grupo delictivo “Los Blancos de
Troya”), le indicó a Alberto García Flores “Pegy”, que varios productores de limón (de su área de influencia) estaban en desacuerdo con el precio de tres pesos 50 centavos y que no cumplirían con la instrucción obligatoria al 7 de mayo de 2022.
César Alejandro Sepúlveda Arellano “Botox”, discutió vía telefónica con Alberto García Flores “Pegy”, sobre el precio del limón, a quien le reclamó por qué andaba amenazando a la gente para que le compre a ellos.
Manifestó a “Pegy” que él es el encargado del limón amarillo y que José Alfredo Hurtado Olascoaga, «El Fresa» y su hermano Johnny (líderes de la Nueva Familia Michoacana) eran los encargados del limón verde.
Posteriormente, “Pegy” y “El Botox” acordarían con el director de Citrojugo, que se pagaría a cuatro pesos el kilo más su comisión de manejo por kilo de limón, pero las diferencias y la guerra continuaron.
El control llegaba hasta la Ciudad de México y quienes no cumplían las reglas tenían que regresar sus camiones cargados con limón, caso concreto de un productor-comercializador conocido en la región como “Don Chava”.
En algunas fechas en el municipio de Apatzingan el limón se manejó a cuatro pesos 20 centavos e inmediatamente llagaban las órdenes de que se debía homologar el precio o habría consecuencias irreversibles.
VIGILANCIA EN CAMINOS Y BRECHAS
Alberto García Flores “Pegy” difundió entre productores que no vendieran limón a César Alejandro Sepúlveda Arellano “Botox”, sin antes consultar o entrarían en desobediencia al “El Coruco”.
Además, ordenó que cualquier vehículo cargado con limón que pase por las brechas o caminos y no respete acuerdos sería multado con 200 mil pesos. En caso de reincidir, se enfrentarían a castigos violentos o la muerte.
Tanto “Los Viagras” como “Los Blancos de Troya” distribuyeron “Halcones” que reportaban todo movimiento de camiones cargados con limón, de ahí que se desató aún más la guerra.
De todos estos movimientos estaban informados funcionarios de los tres órdenes de gobierno y, obvio, el presidente de la República. Sólo que para mantener la política de “abrazos, no balazos” no se enfrentó a los criminales que ahora están desbordados.

Los impactos en la comercialización nacional y hacia el norte del continente hoy son multimillonarios y el problema más complejo, razón por la que el gobierno de Estados Unidos, ha solicitado información a México, además de exigirle actuar en consecuencia o aplicará sanciones compensatorias.
Toda esta información ya la tiene el Departamento de Justicia de Estados Unidos, debido a que las empresas trasnacionales del ramo han hecho notificaciones, por lo que en breve habrá acciones binacionales, aseguran informantes.

