Hay acuerdo México-EUA para cazar Narcos; El Mencho, La Fresa, Los Chapos, los objetivos

Por. J. Jesús Lemus

Atendiendo el principio de colaboración no subordinación, la Secretaría de Seguridad Pública estableció un plan de trabajo conjunto con diversas agencias de seguridad de Estados Unidos, a fin de combatir a los grupos considerados como narcoterroristas que operan en suelo mexicano.

El acuerdo fue establecido este fin de semana, mediante una conferencia telefónica celebrada entre el embajador de Estados Unidos en México, Ronald D. Johnson, y el secretario federal de Seguridad y Protección Ciudadana, Omar García Harfuch, en donde se hizo hincapié en confrontar estratégicamente a los grupos más violentos de la criminalidad.

El acuerdo de colaboración, para encarar a los grupos del narco terroristas, se dio en el marco de la información otorgada por el gobierno mexicano a la embajada de Estados Unidos en nuestro país, sobre el coche bomba que explotó en el municipio de Coahuayana, Michoacán.

Como se recordará, el pasado sábado 6 de diciembre del presente, frente a las instalaciones de la presidencia municipal de Coahuayana, en donde se ubica la policía local conocida como Guardia Comunitaria, fue detonado un coche bomba que cobró la vida de seis personas y dejó heridas de gravedad a otras 12, entre policías y civiles.

El ejecutor de la acción se encuentra entre las víctimas mortales, lo que ha preocupado al gobierno de Estados Unidos por considerar que dentro de los cárteles de las drogas se ha evolucionado respecto al reclutamiento de nuevos miembros, pasando del orgullo de pertenecer a una organización criminal a cimentar algún tipo de fundamentalismo criminal.

Esta no es la primera ocasión que se detona un coche bomba en el marco de la guerra entre carteles de las drogas y estos con las fuerzas federales, pero sí es la primera vez en que deliberadamente el ejecutor de la detonación del coche bomba se inmola en la acción, como si en el acto eso fuera preciso.

Ese solo hecho es lo que ha encendido las alertas en el gobierno de Estados Unidos, razón por la que se solicitó al secretario de Seguridad un informe pormenorizado de los hechos, ante la posibilidad de que se esté gestando un fenómeno de mayores dimensiones que tenga que ver con mártires que caen por la causa de la violencia.

Ante esa posibilidad, el gobierno de Estados Unidos, a través de su embajador en México, ofreció a mediante el secretario Omar García Harfuch un esquema de cooperación al gobierno mexicano para investigar a fondo a los grupos narcoterroristas, ofreciendo personal especializado en la materia, que ha trabajado con grupos terroristas del Medio Oriente.

Indicios de narco terrorismo

Si bien es cierto que la clasificación de grupos narcoterroristas para algunos cárteles de las drogas que operan en México apenas se dio el 25 de enero del 2025, cuando el presidente Donald Trump consideró que había agrupaciones criminales que llevaban mas lejos del negocio económico su labor delictiva, también resulta que en México desde hace años hay indicios de sociedad entre terrorismo y narcotráfico.

La primera organización criminal dedicada al trafico de drogas, que comenzó a incursionar en los terrenos del terrorismo, por asociar violencia con ideología, fue el Cártel de Los Caballeros Templarios, en donde se registró por primera vez la iniciación criminal, mediante el bautizo, para pertenecer al narcotráfico.

Fue el fundador del Cártel de Los Caballeros Templarios, Nazario Moreno González, el que comenzó a mezclar una suerte de sincretismo religioso y filosófico, entre masonería y cristianismo, con lo que dio paso a la creación del primer grupo criminal con principios ideológicos supremacistas, que colocaban al Cártel por encima de todo, incluso por encima de la vida de sus integrantes.

Ese modelo, de mezclar el pensamiento supremacista o religioso junto al sentimiento de pertenencia al Cártel, se ha venido observando en otras organizaciones criminales como en el Cártel Jalisco Nueva Generación, Cártel del Golfo, Cártel Nueva Familia Michoacana, Cártel del Noreste, Cártel de Sinaloa y Cárteles Unidos.

En estas agrupaciones criminales, todas ellas consideradas como narcoterroristas por el gobierno de Estados Unidos, la pertenencia al Cártel es el sentido aspiracional más fuerte, lo que permite la solidez de esas dos organizaciones criminales, no solo territorialmente, sino emotivamente entre sus miembros.

El CJNG y la Luz del Mundo

Según se sabe por fuentes de la embajada de Estados Unidos en México, una de las razones que más fuerte han calado en el ánimo del gobierno norteamericano, para intervenir en la investigación sobre el coche bomba detonado en Coahuayana, Michoacán, ha sido la asociación que existe entre el Cártel Jalisco Nueva Generación y la agrupación religiosa La Luz del Mundo.

Esta alianza -entre el CJNG y la Luz del Mundo- está bien documentada en las observaciones de la Embajada de Estados Unidos en México, y parte de una investigación tras la detención de 37 presuntos integrantes de La Luz del Mundo en un rancho del municipio de Vista Hermosa, en Michoacán, en donde estos religiosos serían instruidos para formar parte de las filas de del Cártel.

Para nadie ha pasado por alto que el reclutamiento de jóvenes por parte del Cártel desde las filas de la Luz del Mundo, es por su docilidad y proclividad a recibir instrucciones y órdenes sin ser cuestionadas. En esa alianza el Cártel Jalisco paga a la Luz del Mundo otorgando el beneficio del lavado de dinero que deja utilidades para la jerarquía religiosa.

Por esa razón ha llamado la atención de la embajada de Estados Unidos en México la detonación de un coche bomba, en donde su conductor -al parecer- ya estaba predestinado a inmolarse u ofrendarse en el mismo evento, como si se tratara de un acto de fe o de obediencia absoluta hacia una causa superior.

Ya hay colaboración México – EUA

La alianza de investigación sobre este caso, entre los gobiernos de Estados Unidos y México, se pretende sea en forma discrecional, tal como se trabaja actualmente con la integración de seis células operativas que están a la cacería de ocho de los principales generadores de violencia.

Hay que recordar que como parte de las acciones de colaboración de combate al narcotráfico, entre México y Estados Unidos, a la fecha en suelo mexicano operan seis células integradas por elementos de la Unidad de Nacional de Operaciones (UNO) de la SSPC, además de la Marina, la Sedena y Guardia Nacional, en colaboración con la DEA, FBI y CIA.

Estas células de investigación están a la caza de Nemesio Oseguera, del Cártel Jalisco Nueva Generación; Johnny y Alfredo Hurtado Olascoaga, del Cártel de la Nueva Familia Michoacana; Iván Archivaldo y Jesús Alfredo Guzmán Salazar, del Cártel de Los Chapitos; Ismael Zambada Sicairos, del Cártel de Los Mayos; Nicolas Sierra Santana, del Cártel de Los Viagra y Juan José Farías del Cártel de Tepalcatepec o Cárteles Unidos.

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