El Tren Interoceánico, construido por AMLO y que se descarriló el domingo en Oaxaca, está rodeado de fallas y descuidos en las obras de construcción y rehabilitación de vías… y, además, opera con trenes viejos y reciclados hasta con 50 años de antigüedad, revela hoy Reforma.
El saldo de la negligencia es: 13 muertos y más de 100 heridos. Entre las omisiones se encuentran:
– Taludes inestables.
– Durmientes de madera vieja.
– Trenes viejos.
– Equipo obsoleto.
– Prisa constructiva.
La Secretaría de Marina pasó todo el 2025 tratando de estabilizar los taludes de la vía del Tren Interoceánico en el tramo de Chivela a La Mata, donde ocurrió la tragedia.
Desde de enero, la paraestatal Ferrocarril del Istmo de Tehuantepec (FIT), controlada por la SEMAR, hizo la primera de dos contrataciones “urgentes” para esas obras. Los taludes son las pendientes artificiales que se crean al excavar para construir la vía férrea, y su estabilidad es crucial para evitar deslizamientos de tierra.
“Es requerido, por seguridad a los usuarios, prever la estabilización de taludes que se encuentran contiguos a la vía, ya que por las intensas lluvias de hasta 150 milímetros que se han presentado por el Frente Frío número 24 en la región sur-sureste del país, los taludes se han visto afectados por inestabilidad en su arco de falla, generado arrastre de finos y derrumbes que, al no ser atendidos de manera oportuna, dañarían considerablemente la infraestructura ferroviaria y la seguridad del tren de pasajeros”, explicó en enero el Capitán de Navío Gilberto Fernando Mellado Azahar, subdirector Técnico de FIT. En ese momento, la empresa Infraestructura Capital Mexicano (ICM) obtuvo un contrato de 322 millones de pesos para trabajar durante seis meses en arreglar ese problema.
Pero no fue suficiente. El 10 de septiembre, Mellado Azahar adjudicó directamente obras “de emergencia, por fenómenos meteorológicos” a la misma empresa, ahora por 120 millones de pesos, nuevamente para estabilizar los taludes en el mismo tramo.
El problema con los taludes es indicativo de las dificultades que ha enfrentado desde su inicio el proyecto para rehabilitar la Línea Z, de Coatzacoalcos a Salina Cruz, a la que se agregó un tren de pasajeros, pues el plan original solo era mejorar las vías y el trazo para incrementar la capacidad de los trenes de carga.
Por las condiciones adversas de orografía y terreno, las obras que iniciaron en 2019 se prolongaron hasta este año y duplicaron el costo original, que pasó de 8 mil 657 a 16 mil 630 millones de pesos, sin incluir trabajos emergentes como los de 2025.
Trenes usados
A diferencia del Tren Maya, y de los trenes que construye el actual Gobierno, al servicio de pasajeros del Interoceánico se le han asignado máquinas usadas.
El 27 de enero de 2025, FIT adjudicó directamente a la empresa Locomotoras de San Luis la compra de 13 carros de pasajeros y 11 locomotoras, todos usados, por los que pagó 61 millones de dólares, unos mil 200 millones de pesos.
Para el debut del tren de pasajeros en diciembre de 2023, en tanto, la Semar había reciclado dos trenes alemanes comprados en 2015 por Rafael Moreno Valle, entonces Gobernador de Puebla.
Las máquinas, de la marca Vossloh AG, fueron usadas para el fracasado Tren Turístico Puebla-Cholula, que operó de enero de 2017 a diciembre de 2021. Semar nunca publicó el precio que pagó por estos trenes.
En contraste, para el Tren Maya se compraron 42 trenes nuevos, que costaron 42 mil 500 millones de pesos, mientras que el actual gobierno ya contrató la manufactura de 62 trenes, pactada en más de 25 mil millones de pesos.
Durmientes cuestionables
En la curva donde el tren Interoceánico se descarriló, los durmientes eran de madera vieja. Según videos mostrados por pasajeros en ese mismo tramo, a unos 10 metros, había también durmientes nuevos de concreto. Desde el 2021, la Marina trabajó a marchas forzadas para terminar la Línea Z de 308 kilómetros (Salina Cruz-Coatzacoalcos).
En 2023, meses antes de inaugurarse, se asignaron contratos “urgentes” para la reconstrucción de puentes y “estabilización dinámica” de 144 kilómetros de vía para compactar el balastro y nuevos durmientes.
Un artículo publicado en el portal especializado trains.com en septiembre del 2023, informa que México adquirió en el Reino Unido locomotoras y vagones de pasajeros usados, que fueron fabricados entre 1976 y 1982, y que terminaron incorporados al Tren Interoceánico.
Son trenes británicos High Speed Train (HST) que tienen entre 44 y 50 años de haber entrado en operación.
El equipo principal del Interoceánico está compuesto por 11 coches remolque y tres locomotoras diésel HST Clase 43, procedentes de operadores británicos como Great Western Railway y LNER que fueron modernizados, a media vida, incluyendo la instalación de nuevos motores.
A este parque se suma equipo estadounidense: locomotoras SD70M ex-Union Pacific, coches Amfleet ex-Amtrak y un coche domo construido en 1954. El texto subraya que, aunque se trata de material usado y de varias décadas de antigüedad, su incorporación permitiría iniciar servicios de pasajeros en el corto plazo.
