Igual que antes, los Cárteles mexicanos siguen protegidos por la SEDENA, dice la DEA
De acuerdo a la DEA, el CJNG mantiene una operatividad exacta por el modelo de franquicia que utilizan, sin embargo, este grupo criminal destaca por la posibilidad de libertad para operar que se le da a cada grupo, para que operen en forma independiente y con firma personalizada cada una de las acciones criminales que realizan a favor de la empresa criminal
Ciudad de México. – Lo que solo se venía suponiendo desde la verdad periodística, ahora es parte de nuestra realidad: en México, algunos de los principales cárteles de las drogas, como el Jalisco Nueva Generación y Sinaloa, siguen operando con la protección de algunos mandos corruptos de la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA) y con algunos grupos de servidores públicos.
Texto original de J. Jesús Lemus/ Corresponsalías Nacionales/Grupo Sol Corporativo en:https://laopiniondemexico.mx/carteles-mexicanos-protegidos-dea/
Igual que durante el gobierno del presidente Felipe Calderón, cuando el entonces secretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna, puso las fuerzas federales de seguridad a las órdenes de los cárteles de Los Hermanos Beltrán Leyva y de Sinaloa, ahora el régimen de la Cuarta Transformación se ha convertido en facilitador del narcotráfico, al menos por lo que hace al cártel de Sinaloa.
Lo anterior está referido en el Informe anual Amenazas por Drogas 2024 de la DEA, en donde se refiere que “el Cartel de Sinaloa puede operar libremente en algunas partes de México porque tiene una red de contactos policiales, militares y políticos corruptos”. Esta explicación de la DEA hace más entendible la realidad de México el contexto del tráfico ilícito de las drogas.
Respeto al Cartel Jalisco Nueva Generación, el citado informe de la DEA refiere que dicha agrupación “utiliza el soborno, la intimidación y la extorsión a funcionarios gubernamentales y portuarios privados para garantizar la seguridad y la entrega de sus propios envíos de precursores químicos de metanfetamina desde China, y de cocaína desde Colombia, Perú y Bolivia”.
De tal suerte se ha permitido en México el crecimiento de los cárteles Jalisco Nueva Generación y Sinaloa, que estas dos agrupaciones criminales, la primera encabezada por Nemesio Oseguera y la segunda abanderada por Ismael Zambada, son actualmente las principales responsables del trasiego de drogas en los 50 estados que conforman la Unión Americana.
“Una red de mayoristas de drogas ilícitas, a sólo un paso de los cárteles de México, opera en las principales ciudades de Estados Unidos, como Los Ángeles, Phoenix, Houston, Chicago, Atlanta, Miami y otras. Las ramas más pequeñas de los cárteles difunden aún más las drogas, a menudo utilizando las redes sociales”, dice el informe, el que reconoce innovaciones en el narcomenudeo:
Se utilizan “plataformas y aplicaciones de mensajería para publicitar sus productos mortales y reclutar mensajeros y distribuidores. Proporcionan redes de grupos locales independientes de narcotráfico, cuadrillas callejeras y pandillas cuyo principal objetivo es llevar las drogas ilegales a manos de los usuarios, vendiéndolas en las calles, a través de aplicaciones y redes sociales, y en las escuelas.
Las redes sociales, alcahuetas del narco
De acuerdo a lo señalado en el informe de la DEA sobre la amenaza que representan las drogas para el gobierno de Estados Unidos, se establece un principio que hasta ahora no se había tocado: la participación de las redes sociales como vinculo facilitador para el rápido acceso a las drogas por parte de la población en general.
Sin las redes sociales, explicó el periodista José Luis Montenegro, el cártel de Los Chapitos no hubiese alcanzado una distinción criminal como la que ahora tiene. “Ellos –Los Chapitos, Iván Archivaldo, Jesús Alfredo, Joaquín Jr., o el mismo Ovidio-se lograron posicionar en el mundo criminal gracias a sus publicaciones de redes sociales, en donde implícitamente se asocia la vida de lujos con una vida de violencia y criminalidad”.
En ese mismo sentido va la observación que sobre las redes sociales hace la DEA en su informe sobre Amenazas de Drogas 2024, en donde refiere que “las redes sociales extienden el alcance de los carteles de Sinaloa y Jalisco directamente a los teléfonos de los consumidores de drogas, con consecuencias potencialmente fatales. Los grupos de narcotráfico utilizan las redes sociales para publicitar y realizar ventas de drogas ilícitas.”
A causa de la facilidad de acceso a las redes sociales y su conexión (que ahora se hace) como instrumentos para la comercialización de drogas al menudeo, la DEA encontró que “los distribuidores y compradores suelen utilizar emojis, códigos numéricos o lenguaje codificado para comunicar la disponibilidad y el interés de los ‘medicamentos’. Las redes sociales permiten a los distribuidores publicar fotografías y precios de los ‘medicamentos’ disponibles para la compra, compartir ubicaciones de venta mediante pines de ubicación en el mapa y entregar medicamentos a los clientes”.
Sigue la expansión del cártel de Sinaloa
Pese a que informes del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) del gobierno mexicano han señalado que el cártel de Sinaloa se encuentra fragmentado, que se ha derrumbado el triunvirato que una vez gobernó esa organización criminal, desde el gobierno de Estados Unidos, el Cártel de Sinaloa no ha dejado de ser una preocupación por el riesgo que representa la seguridad nacional de aquella nación.
Según la versión del CNI, el aparato de inteligencia del gobierno mexicano, la dirigencia coordinada del cártel de Sinaloa que una vez estuvo en manos de Joaquín Guzmán Loera, Ismael Zambada García y Rafael Caro Quintero, ya quedó disuelta. El cártel de Sinaloa se encuentra divido en tres grupos y cada grupo con al menos dos cabezas.
El que se llamaría Cartel de Sinaloa seguiría contado con la dirección de Ismael Zambada, asociado con Juan José Esparragoza Moreno, este último no reconocido como muerto por el CNI; otra fracción del Cártel de Sinaloa sería el llamado Cártel de Caborca, a cargo de Rafael Caro Quintero y su sobrino José Gil Caro, mientras que el tercer grupo del Cártel de Sinaloa sería el de Los Chapitos, a cargo de Aureliano Guzmán e Iván Archivaldo.
Con todo y eso, para el gobierno norteamericano el cártel de Sinaloa sigue en expansión. No solo registra un crecimiento geográfico hacia todas las latitudes de Estados Unidos, también se le observa participando en diversas actividades criminales alternas al narcotráfico, “también se dedica a la extorsión, el robo de petróleo y minerales, el tráfico de armas, el tráfico de migrantes y la prostitución”.
CJNG, el más poderoso
Para la oficina antidroga de Estados Unidos, a causa de las relaciones de protección de las que gozan los grupos del narcotráfico estos han comenzado a crecer en formas acelerada. Tal es el caso del Cártel Jalisco Nueva Generación, el que desde la óptica del gobierno norteamericano hoy es el “más poderos y despiadado de México”, que además opera independientemente y tiene presencia preponderante para el tráfico de drogas en una docena de países, así como en los 50 estados de la Unión Americana.
Para su expansión, el cártel que es liderado por Nemesio Oseguera, según lo establece la DEA, también se vale de la corrupción de funcionarios públicos y actores políticos. “El Cartel de Jalisco utiliza sus vastos recursos financieros, violencia, soborno a funcionarios corruptos y estructura de mando basada en franquicias para mantener y expandir su dominio en el tráfico ilícito de drogas en México”, explica el informe. De allí la fortaleza de la empresa criminal.
De acuerdo a la DEA, el CJNG mantiene una operatividad exacta por el modelo de franquicia que utilizan, sin embargo, este grupo criminal destaca por la posibilidad de libertad para operar que se le da a cada grupo, para que operen en forma independiente y con firma personalizada cada una de las acciones criminales que realizan a favor de la empresa criminal.
Viene lo peor
Para la DEA, de acuerdo a la prospectiva hecha sobre las principales empresas dedicadas al narco en Mexico, lo peor no es la expansión actual de la delincuencia. Lo más preocupante viene por delante, de continuar la asociación y protección que recibe los grupos delictivos por parte de mandos corruptos de la Secretaria de la Defensa Nacional o por parte de algunos de los grupos políticos coludidos con la delincuencia.
Una de los escenarios más difíciles que se observan, tienen que ver con el acceso a aspectos tecnológicos para seguir con la producción de drogas. “Los cárteles mexicanos, especialmente el Cártel de Jalisco, buscan cultivar coca y producir su propia cocaína de principio a fin, lo que, si tiene éxito, les daría ganancias mucho mayores que tener que comprar cocaína a los traficantes sudamericanos”.