El final del sexenio presidencial llegó con la misma esperanza con la que inició, al principio era la ilusión de que el presidente fuese un hombre correcto, ecuánime, generoso, sin embargo, Andrés Manuel resultó ser un tipo desaliñado, usurpador de Palacio Nacional, un violentador de masas, un viejito inmoral que mal gobernó para los ignorantes y destruyó sistemáticamente todas las políticas garantistas de la democracia.

López Obrador fue ese anciano avaro y necio que retratan los cuentos clásicos, robando los fideicomisos y endeudando a todo el país para pagar bimestralmente a los que no estudian y no trabajan.

Ese sector de la población cree que AMLO los apoyó, que los benefició económicamente.

Eso creen, hasta que ellos o un cercano enferme de algún padecimiento crónico que le genere gastos a largo plazo o una catástrofe natural dañe sus vivienda, entonces frente al escenario de la nulidad de medicamentos y la negativa del gobierno para resolver desastres naturales, por poner 2 ejemplos, entonces ese grupo de la población se dará cuenta que las locuras y abusos de AMLO perjudican a todos los mexicanos.

López Obrador cerró su sexenio confrontando ferozmente a sus “adversarios”, con mil candados para que el nuevo gobierno opere en absoluta libertad; en su último informe habló con más mentiras completas que verdades a medias, mientras afuera del evento miles de personas marchaban con diferentes protestas lo más cerca que pudieron llegar del Palacio Nacional, que se robó del patrimonio cultural e histórico del país y que ahora está cercado por orden del aún presidente.

En el sexenio más sangriento de los últimos tiempos con 200 mil asesinatos, dijo que los delitos federales tuvieron una reducción del 24.8%, mientras que el homicidio doloso bajó en su sexenio, y según sus datos, el 18%; mientras que los feminicidios, según Andrés Manuel López Obrador, se redujeron en un 37.6%.

Mentiras. Viles y crueles, dijo que acabó con 173 fideicomisos porque “no servían para nada” que terminó con la corrupción, y que acabó con la pobreza e ignorancia.

El mitómano presidente siguió con su aberrante informe, 800 mil personas muertas por la falta de estrategia en su política de salud, o la reducción del 30% en la cobertura de salud pública que se perdió en la transición Insabi, IMSS-Bienestar no le fueron suficientes a López Obrador para frenar ese insulto que nos lanzó a todos los mexicanos con tres gramos de cerebro, al afirmar que el sistema de salud de este país, es mejor que el de Dinamarca.

Es indignante, un verdadero insulto y hasta una agresión verbal escuchar semejante estupidez, yo quiero que se lo diga a algún jefe de familia que se quedó sin el tratamiento contra el cáncer para su pequeño.

¿Cuántos niños murieron por cáncer en el sexenio de este monstruo?

El mismo monstruo que dejó inundarse a toda una comunidad por “salvar” un estúpido proyecto material.

El mismo que encubre a otros pequeños y ruines seres que están formando narcogobiernos, como Rubén Rocha Moya y Américo Villarreal Anaya.

De modo y manera que de López Obrador y su sexenio pestilente solo salió lo que ya sabemos: odio, resentimiento, pobreza mental, moral, humana, económica, rencor social e instituciones plagadas de gente sin la profesionalización adecuada, es decir, o te atiende un imbécil o un corrupto, gracias a las políticas de AMLO.

Del sexenio Obradorista no sabemos definir en cuál reglón fue más excesivo: las mentiras, lo sanguinario, las injusticias, la pasividad de ver gente cayendo muerta al suelo por falta de médicos y medicamentos, o las desgracias que provocó su ambición de eliminar 173 fideicomisos como:

Fondo para la Protección de Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas, FONDEM Fondo de Desastres Naturales, el Fondo para el Deporte de Alto Rendimiento, el Fondo de Cooperación Internacional en Ciencia y Tecnología, el Fondo de Innovación Tecnológica de la Secretaría de Economía, así como el Fondo Sectorial Conacyt-Secretaría de Energía, el Fondo de Financiera Rural, el Fondo de Inversión, el Fondo Sectorial para la Innovación, el Fondo para los extrabajadores migratorios, el Fondo de Ayuda, Asistencia y Reparación Integral, el Fondo Metropolitano, y la lista sigue.

Pero no fue lo único que destruyó AMLO, también acabó con instituciones que daban certeza y legalidad a los mexicanos como el Instituto de Transparencia y Acceso a la Información, ahora cualquiera podra exponer nuestros datos personales, y no tendremos acceso a la transparencia de gobierno.

Los legisladores que se oponía a votar por la reforma que permitió extinguir estos fideicomisos al inicio del sexenio eran tachados de “defensores de ladrones”, “traidores a la patria” pero Morena igual, era mayoría y lo lograron, aprobaron la reforma.

Lo mismo está pasando ahora con quién se oponga a la reforma judicial, sin importar que no solo sean los trabajadores del Poder Judicial, sino que se sumen de otros ámbitos e incluso estudiantes han mostrado su resistencia a aceptar este capricho Obradorista que ya nos trajo estrés en la política internacional comercial de México con Estados Unidos y Canadá.

Líneas arriba le dije que López Obrador se va con la misma ilusión en el corazón de la gran mayoría mexicana: de que ya no regrese nunca más!!!

Nos leemos la próxima vez