Aumenta violencia laboral contra mujeres en instituciones del Gobierno de la Transformación

Es cierto que, durante el gobierno de la transformación, las formas de violencia laboral en las oficinas que conforman la Administración Pública Federal aumentaron significativamente. La violencia psicológica, amenazas e incluso agresiones físicas cometidas en oficinas de gobierno, hicieron que, en 2022, 66 mil 581 mujeres servidoras públicas renunciaran a sus fuentes de empleo.

Ciudad de México.- Atendiendo al eslogan “no llegué sola, llegamos todas”, repetido incansablemente por la presidenta de la transformación, Claudia Sheinbaum; a las mujeres en México que no somos pobres, ni discapacitadas, ni adultas mayores, ni pertenecemos a ningún grupo vulnerable, que salimos a trabajar todos los días, que tenemos una profesión u oficio, que no necesitamos de ningún programa social y que, sin embargo, aportamos buena cantidad de impuestos para sostener sus políticas sectarias y populistas, ¿en qué medida vamos a sentir que llegamos con la presidenta y a dónde llegamos exactamente con ella?

Las mujeres de a pie sufrimos de violencia en todos sus tipos y manifestaciones, si es verdad que “LLEGAMOS TODAS” nos gustaría mucho saber exactamente cuáles, de todos nuestros problemas, se van a atender y cómo se van a solucionar, o por lo menos, aminorar. La economía, la salud, el empleo, la educación, la seguridad, cómo va a gobernar la primera mujer para nosotras, en qué orden y a quiénes va a beneficiar.

Aquellas mujeres que contribuimos activamente, a través de nuestros empleos, para hacer posible el pago de apoyos sociales y, por lo tanto, ayudamos a acrecentar la popularidad del capital político del partido Morena, que hizo posible el triunfo de la presidenta, también queremos ser escuchadas y atendidas, también tenemos una serie de puntos a tratar con la mujer presidenta y uno de los más graves temas es la violencia laboral.

Infografia sobre la violencia laboral/Fuente: Universidad Intercultural del Estado de Puebla

El buen juez, por su casa empieza. Según datos del Inegi, más de 30 millones de mujeres en México somos trabajadoras, un millón 600 mil, aproximadamente, laboran en las 304 instituciones que conforman la Administración Pública Federal y casi el 40 por ciento de estos trabajadores son mujeres, las cuales recibieron un ingreso mensual promedio de entre cinco y diez mil pesos al cierre del año 2022.

En ese mismo año, el gobierno contrató a 183 mil 941 personas proveedoras y/o contratistas; es decir, personal que no goza de prestaciones, ni de buenos salarios. Las vacantes de los 277 titulares de las instituciones las ocuparon los hombres, quienes representaron el 73.3 % y las mujeres, el 22.4 %, lo que significó que, durante el gobierno anterior, la cantidad de mujeres titulares disminuyó en un 1.6 %, con respecto a años anteriores.

Es cierto que, durante el gobierno de la transformación, las formas de violencia laboral en las oficinas que conforman la Administración Pública Federal aumentaron significativamente. La violencia psicológica, amenazas e incluso agresiones físicas cometidas en oficinas de gobierno, hicieron que, en 2022, 66 mil 581 mujeres servidoras públicas renunciaran a sus fuentes de empleo.

La austeridad republicana ha sido para las trabajadoras del gobierno un motivo más de violencia laboral. En nombre del ahorro institucional, se dejaron de pagar horas extras, se dejó de invertir en mobiliario, mantenimiento, renta de inmuebles para estacionamientos, eso sí, solo para las trabajadoras de a pie; además, se congelaron plazas, a partir del 1 de octubre se deja de contratar personal y se vuelve a contratar hasta febrero del siguiente año, lo mismo sucede con cualquier promoción o ascenso que se busque, hay que esperar el nuevo presupuesto, se quitaron todos los beneficios que podrían haber hecho de un trabajo de nueve mil pesos netos mensuales, o menos, un empleo aceptable.

Otro elemento importante que, nunca atendió Andrés Manuel López Obrador, que tan sensible se mostraba y que esperemos que Claudia, como dice que “LLEGAMOS TODAS”, sí lo vea, lo reconozca y atienda, es la forma en la que los funcionarios de nivel de mando alto, tratan a las mujeres empleadas comunes y corrientes; si es que en realidad no lo sabe, porque ella misma es una persona déspota y una funcionaria elitista e insufrible, me gustaría invitarla a enviar a personas infiltradas, un día normal a cualquier oficina que ocupe cualquiera de los flamantes funcionarios allegados a ella y constate por sí misma la forma en la que trabajan y tratan a los empleados, sobre todo a las mujeres.

A pesar de haber firmado en 2021, el Convenio 190 con la Organización Internacional del Trabajo (OIT), México no cuenta con un diagnóstico de salud laboral imperante, que permita implementar buenas prácticas que no tengan que ver solamente con acoso y hostigamiento sexual y los despidos de hombres acusados por estas faltas, engrosando sus falsas estadísticas de defensa en razón de género, sino con garantizar la protección de las mujeres, sin caer en cursos y discursos, encuestas de clima laboral y decálogos inútiles que en nada solucionan los ambientes laborales y que incluso, contribuyen con el deterioro de la calidad de vida de las mujeres trabajadoras.