“El Licenciado”, una radiografía del verdadero García Luna y cómo operó una red político-criminal que permitió el narcotráfico actual en México
Durante su estancia en el Penal de Puente Grande, Jalisco (2008-2011), Lemus Barajas conoció de viva voz un retrato de García Luna desde el interior del narcotráfico mexicano, donde se le conocía como “El Licenciado”. Esos testimonios fueron los mismos que Sergio Enrique Villarreal, alias “El Grande”, jefe de escoltas de Arturo Beltrán Leyva, “El Barbas”, declaró en 2023 ante la Fiscalía de Estados Unidos. Aseguró que entregó personalmente sobornos a García Luna de parte del Cártel de Sinaloa que podrían haber ascendido, en algunos casos, a hasta 1.5 millones de dólares mensuales.
La sentencia que 38 de años de prisión que el juez Brian Cogan le otorgó a Genaro García Luna, exsecretario de Seguridad Pública Federal en el gobierno del expresidente Felipe Calderón, por delitos relacionados con el narcotráfico y mentir a una autoridad migratoria, no solo constata cómo un funcionario de alto nivel del Gobierno mexicano fue cómplice, protegió y sobornó a los cárteles del narcotráfico para que operaran libremente cuando era el encargado de combatirlos, sino que expone toda una red político-criminal de un régimen corrupto que sigue impune y en deuda con miles de víctimas que dejó la simulada Guerra contra el Narco, cuya herencia sangrienta permaneció y permanece en los posteriores tres sexenios: el de Enrique Peña Nieto, el de AMLO y el de Claudia Sheinbaum.
Este martes se filtró a la prensa una carta de puño y letra de García Luna donde pide clemencia al juez Brian Cogan, quien lo podría haber condenado a cadena perpetua como en su momento lo hizo con Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera, líder del Cártel de Sinaloa.
En su misiva García Luna insistió en esa falsa imagen pública que le crearon medios de comunicación a su servicio: que él nunca tuvo vínculos con el narcotráfico, que fue criado en una familia con “gran sentido ético” y “ser personas de bien” con “amor por nuestro país”.
Que su familia fue “testigo de mi difícil profesión” y los “esfuerzos sobrehumanos para luchar contra el crimen y violencia que vive mi país”, además de que “soy el mexicano con más reconocimientos y condecoraciones” en varios países incluyendo Estados Unidos “por el combate contra el terrorismo y narcotráfico”, subrayando que participó en los más altos niveles de colaboración en inteligencia y seguridad con Estados Unidos.
Retrato de García Luna desde el interior del narcotráfico mexicano: J. Jesús Lemus
Sin embargo; ¿Quién es realmente García Luna? ¿Cuáles son sus orígenes? ¿De la mano de quién llegó a ocupar altos rangos en la seguridad pública federal? ¿Cómo participó en labores de inteligencia en el CISEN…pero para espiar a movimientos sociales? ¿Cómo se ganó la confianza de élites políticas y empresariales que lo cobijaron durante décadas? ¿Cómo se fue delineando como un personaje más del sistema político mexicano al servicio de los cárteles del narcotráfico como el de Sinaloa?
¿Por qué los líderes del Cártel de Sinaloa, Ismael “El Mayo” Zambada y Joaquín “El Chapo” Guzmán“, y el Cártel de los hermanos Beltrán Leyva lo eligieron para ser el titular de la Secretaría de Seguridad Pública federal y lo recomendaron con Felipe Calderón? ¿Cómo pasó a ser un socio más de los líderes de los cárteles del narcotráfico? ¿Cómo acumuló más poder por encima de Felipe Calderón? ¿Qué militares, procuradores y políticos crearon ese narcogobierno y continúan impunes en la política mexicana?
¿Cuántas organizaciones criminales se reprodujeron y crecieron bajo la protección de Genaro García Luna? ¿Cuántas miles de víctimas (ejecutados, torturados, encarcelados injustamente, desaparecidos), entre ellos periodistas, del gobierno calderonista aún claman justicia cuando simuló el combate al narcotráfico mientras lo protegía? ¿Cómo García Luna pasó de ser un policía de élite con 27 años de trayectoria desde el sexenio de Carlos Salinas de Gortari a pasarse al lado oscuro de la historia? ¿Cómo después de ser socio del Cártel de Sinaloa lo quiso desaparecer?
En el libro “El Licenciado”, García Luna, Calderón y el narco (HarperCollins México, 2020), el periodista y escritor J. Jesús Lemus Barajas resuelve a profundidad dichas interrogantes desde el periodismo de investigación.
Durante su estancia en el Penal de Puente Grande, Jalisco (2008-2011), Lemus Barajas conoció de viva voz un retrato de García Luna desde el interior del narcotráfico mexicano, donde se le conocía como “El Licenciado”.
Esos testimonios fueron los mismos que Sergio Enrique Villarreal, alias “El Grande”, jefe de escoltas de Arturo Beltrán Leyva, “El Barbas”, declaró en 2023 ante la Fiscalía de Estados Unidos. Aseguró que entregó personalmente sobornos a García Luna de parte del Cártel de Sinaloa que podrían haber ascendido, en algunos casos, a hasta 1.5 millones de dólares mensuales.
Lemus Barajas recoge en su libro testimonios de policías de la Agencia Federal de Investigación (AFI) y de agentes del Centro de Inteligencia y Seguridad Nacional (CISEN), que veían a García Luna como el gran traidor al conocer que se iba trasladando al lado oscuro de la delincuencia.
Así como también traicionó la confianza de la CIA y de la DEA, señala el periodista, porque recibió respaldo y capacitación del Gobierno de Estados Unidos para combatir al crimen organizado.
“Conocer la vida pública y privada del hombre que aprovechó el endeble sistema político para enriquecerse y sumir al país en un caos de violencia y sangre, derivado de la libre operación de muchos de los principales cárteles de las drogas, a los que oficialamente tenía la encomienda de combatir, pero todo indica que decidió proteger en una suerte de fatal alianza”, señala el autor en el prólogo de los doce capítulos de “El Licenciado”, para conocer y dar contexto de los hechos de la clase gobernante creadora de narcogobiernos en los últimos 40 años de la Historia de México.