Panorama apocalíptico, se viene una grave sequía; sobreexplotación industrial del agua, la causa
Pero no solo son las presas las que se encuentran en niveles excepcionalmente bajos, también los mantos acuíferos subterráneos se encuentran en un grado de disminución alarmante, esto debido a la sobreexplotación a la que se han sometido en los últimos 10 años, según explicó el ingeniero Salvador Zarate, un investigador del agua que trabaja para un consorcio agrícola trasnacional.
Más del 80 por ciento de todo el territorio nacional mexicano enfrenta condiciones de sequía extrema. Es la peor escasez de agua que se registra en México en los últimos 20 años, lo ha advertido la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA) de Estados Unidos, la que refiere en un comunicado que “grandes presas en todo México se encuentran en niveles excepcionalmente bajos, lo que agota los recursos hídricos para beber, cultivar y regar”.
Pero no solo son las presas las que se encuentran en niveles excepcionalmente bajos, también los mantos acuíferos subterráneos se encuentran en un grado de disminución alarmante, esto debido a la sobreexplotación a la que se han sometido en los últimos 10 años, según explicó el ingeniero Salvador Zarate, un investigador del agua que trabaja para un consorcio agrícola trasnacional.
De acuerdo a este investigador, las condiciones excepcionales de sequía que se registran en México, ya han comenzado a tener efectos: las superficies de cultivos agrícolas a nivel nacional han vistos disminuidas sus capacidades de riego en un 20 por ciento, mientras que el agua para el suministro doméstico en términos generales, a nivel nacional, ha disminuido en casi un 30 por ciento.
Para este investigador, las condiciones de sequía que hoy se registran en México difícilmente se podrán revertir durante la próxima llegada de la temporada de lluvias, pues “el agotamiento de los mantos de agua, tanto superficiales como subterráneos se debe a un desmedido uso del agua, que se ha venido dando como si este recurso fuera infinito”.
El mayor uso del agua que se ha dado en forma acelerada y sin ninguna limitante, que ha propiciado el nivel de estrés hídrico que se registra hoy en todo el territorio mexicano, lo está haciendo la planta industrial. De acuerdo a datos de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) este sector ha venido incrementando su demanda de agua en forma anual, en los últimos diez años, a razón de un 7 a un 9 por ciento.
Así, hoy la planta industrial –principalmente de bebidas, automotriz, cervecera, minera, extractiva de hidrocarburos y agroalimentaria- está consumiendo más del 30 por ciento de las reservas de agua, mientras que el sector poblacional, para su uso doméstico, pese a que la demanda de agua se manifiesta a la alza, ha disminuido en razón de un 20 por ciento su acceso a fuentes de agua potable.
Empresas como Coca Cola, Pepsi, Danone, Nestlé, Bimbo y Aga, consumen en conjunto más de 135 mil millones de metros cúbicos de agua al año. Es decir, estas empresas tienen acceso libre a un volumen anual de agua equivalente al que cabe 135 mil veces en un recipiente del tamaño del estadio Azteca.
Con el volumen de agua que se destina a estas empresas, solo por citar un ejemplo, sería suficiente para atender la demanda de agua que padecen todas las colonias marginadas de la Ciudad de México, Monterrey, Toluca, Puebla, Mérida, Guadalajara, Tijuana y Querétaro, en donde en conjunto son por lo menos 11 millones de personas las que no tienen acceso al líquido.
Otras empresas de alto consumo de agua, que están utilizando el recurso que hace falta a la población, son La cervecería Modelo, Volkswagen, Jumex, Kelloggs, Peñafiel, las mineras Grupo México, Gold Corp, Arcelor Mittal y Primero Mining Corporation, las que en conjunto lograr una obtención de agua al año por el orden de los 76 mil millones de metros cúbicos.
Con el agua que utilizan estas empresas sería suficiente para atender el abasto que reclaman los habitantes de por lo menos 178 de los 564 municipios que mayor carencia de agua registran al día de hoy, la mayoría de ellos ubicados en los estados de Michoacán, Guerrero, Chiapas, Oaxaca, Chiapas, Sonora y Coahuila.
De acuerdo a datos del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI) al día de hoy por lo menos 10 de cada 100 habitantes de todo el país no cuentan con servicio de suministro de agua potable en su domicilio, 8 de cada 100 solo cuentan con agua a través de acarreo a una distancia de menos de 5 kilómetros, mientras que 6 de cada 100 tienen que caminar más de cinco kilómetros para obtener agua para sus actividades domésticas.
Es decir, 24 de cada 100 mexicanos (más de 30 millones de personas en México) al día de hoy tienen dificultades para acceder a una fuente de agua potable para sus actividades más básicas, de los que por lo menos la mitad de estos mexicanos sin agua son personas vulnerables, principalmente niños, adultos mayores y mujeres embarazadas.
Sin embargo, de acuerdo a lo que reflejan las estadísticas de la Secretaría de Economía (SE) del gobierno federal, al día de hoy no existe una sola empresa industrial de cualquier sector, grande, mediana o pequeña, que no cuente con el suministro de agua en forma constante.
Esa disparidad en el uso del agua, en la que se privilegia al sector industrial antes que a la población para el abasto de agua, se debe a la política heredada de la Conagua, la que desde hace más de 20 años viene dando prioridad a los permisos industriales de explotación de agua superficial o subterránea.
Solo en los últimos cinco años la Conagua ha dado permiso a diversas empresas industriales para la perforación de por lo menos 3 mil 288 pozos de agua, pero esa misma dependencia ha negado 472 permisos de perforación de pozos para el suministro de agua a la población a por lo menos 212 organismos municipales de agua potable.
Esa misma dinámica se registra en el sector agrario: mientras la Conagua ha permitido en los últimos cinco años que grandes empresas trasnacionales lleven a cabo la perforación de 370 nuevos pozos profundos, para el riego de sus cultivos, pero esa misma posibilidad se le ha negado a 670 ejidos, los que no tienen agua para la producción agrícola a baja escala.
Esa es la principal razón por la que hoy en gran parte del país se vive la peor de las sequías, “porque se han explotado de manera extrema todas las reservas de agua, las que por muy copiosas que sean las siguientes temporadas de lluvia no podrán recargarse, porque los mantos y los embalses están recibiendo una carga superior a la que pueden soportar”, explicó Salvador Zarate.
Frente a esto, la Conagua no ha manifestado ninguna postura pública de modificación a su política de entrega de agua al sector industrial antes que a la población; este año se estima que esa dependencia otorgue por lo menos 400 nuevos permisos de perforación de pozos que mantienen en solicitud diversas empresas bajo el argumento de un desarrollo económico regional.