Justicia Gráfica // Con ustedes desde Reynosa-Venecia, Maki, Makito y Makita
El alcalde es tan cínico como su madre, la Senadora por San Luis, Maki Ortiz quien, dado su nivel de corrupción y de ambición, siendo Reynosense es Senadora por San Luis Potosí, bajo la bandera Verde Ecologista. Así vivió Maki Ortiz colgada de reata en reata sin importar color, partido, razón social, políticas, bases o lineamientos

“No soy Dios” dice el alcalde, con los 130 millones de pesos que del desastre pretendían en su bolsa
Por. Sofía Pacheco
La inundación de Reynosa demuestra el nivel de incapacidad del alcalde Carlos Peña Ortiz para llevar las riendas de la ciudad desde los servicios básicos, hasta el nivel de respuesta en casos de emergencia. Pero espere usted, amigo Reynosense, porque falta lo peor: las promesas de una estrategia agresiva para reactivar la vida normal de miles de damnificados que perdieron desde enseres domésticos hasta coches, todos con promesas de un apoyo que no ocurrirá.
Y no es pesimismo infundado, primero porque el alcalde Peña Ortiz es tan ausente como negligente, lo vemos en las calles sucias de Reynosa, en la nula iluminación, en los semáforos polvorientos -sin el mantenimiento básico-, en las áreas verdes de la ciudad -que son un mero puño de tierra, sin plantas ni diseños propios de una ciudad frontera-, en los carriles imaginarios de las principales avenidas, porque no hay una línea divisoria correcta y adecuada… y así la lista sigue y sigue.
Carlos Peña Ortiz ya había asegurado en un vídeo publicitario que invirtió 130 millones de pesos en la primera etapa de lo que, según él, captaría toda el agua de lluvia en la presa “El Águila”.
Seguramente estaba confiado en el desolador pronóstico de sequía que teníamos, cuando grabó el comercial justificando esos 130 millones desaparecidos de las arcas municipales y prometiendo que vendría por más.

De los 47 mil beneficiados que prometió favorecería, no le cumplió ¡ni a uno solo!
El alcalde es tan cínico como su madre, la Senadora por San Luis, Maki Ortiz quien, dado su nivel de corrupción y de ambición, siendo Reynosense es Senadora por San Luis Potosí, bajo la bandera Verde Ecologista. Así vivió Maki Ortiz colgada de reata en reata sin importar color, partido, razón social, políticas, bases o lineamientos.
Todo aquello que le ofrezca una posición donde pueda saquear, ahí se planta la es alcaldesa, ex diputada, ex Senadora y ahora nuevamente Senadora.
Carlos Peña Ortiz quien nuevamente está comprometido en matrimonio, pero ahora con una mujer a la cual ya puso a chambear en el DIF municipal, andaba en Londres los 2 días que llovió en Reynosa. Tampoco se ha aclarado si andaba con el beisbolista o con la bateadora nueva.
Carlos niega dicho viaje y tal vez el destino no sea el correcto, pero lo que no puede negar es su ausencia, a tal grado que no estuvo en las mesas de seguridad del jueves y viernes, mesas que el gobernador Américo Villarreal Anaya tuvo que convocar y encabezar a falta del junior munícipe.
En fin, no estaba y eso es lo que cuenta, luego llegó con su falta de verdad y falta de respeto. De la humildad ni hablemos, porque eso sí que Peña Ortiz lo desconoce a carta cabal:
“No soy Dios” dijo refiriéndose al desastre natural y claro, pasando por alto el pequeñísimo detalle de los 130 millones de pesos que debieron impedir está catástrofe.
Luego su madre y su socia en una lancha recorrieron la ciudad como lo hacen en Italia cada vez que viajan a Venecia.
¡Ánimas benditas! No se les vaya a ocurrir decir que todo estaba fríamente calculado, y que era un plan estratégico para transformar a Reynosa ¡en Venecia!
Sus serenísimas altezas Maki y Makita, repartieron sándwiches de jamón remojado y botes con agua -por si le faltaba a la población-. Después se fueron a descansar a la comodidad de su casa con tiempo más que suficiente para meterse a sus redes sociales a pelear. Sí, como lo lee, a pelear con la ciudadanía que se atrevió a criticarlos.

Maki Ortiz hasta se burló de la ciudadanía, textualmente; “Jajaja” respondió a las desesperadas personas que lo perdieron todo por culpa de ella y de su hijo heredero reelecto en la alcaldía.
El caos que se vive en Reynosa no es el resultado del desastre natural, es el resultado de la ineptitud y rapiña de los Ortiz, así de simple.
Dicen ellos, Maki, Makito y la muy nueva Makita, que condonan todo el mes de Abril las cuotas por cobro de piso a los tianguistas y vendedores ambulantes y que entregarán parrillas, refrigeradores y otros enseres domésticos en un intento de “reactivar” la vida “normal” de la ciudad.
Eso dicen, pero…
Usted recordará aquella explosión en la colonia Módulo 2000 hace un año aproximadamente, la cual dejó víctimas mortales, y unas 50 casas y coches dañados. El alcalde Peña Ortiz también les prometió apoyo, reparación de daños en fachadas, ventanas, coches. Todo en donde los pedazos de los más de 300 metros cuadrados de concreto de la casa explotada, cayeron ocasionando daños.
Adivine qué dicen los vecinos de dicha colonia. En efecto, que el alcalde Carlos Peña Ortiz les refirió que “no fue su culpa” reduciendo la ayuda a unos cuantos y lonche para todos, eso sí.
Hoy lo vuelve a hacer, a deslindar su responsabilidad. “No soy Dios”. Y en 2 ó 3 días, ante la solicitud de reparación por su negligencia, dirá: “no es mi culpa”.
¿Que espera Reynosa para deshacerse de estas lacras?
Claro que no es tarea fácil ¡ni Morena pudo!
Nos leemos la próxima vez