Esa, la de Secretario o Secretaria de Juzgados y Secretaria o Secretario de Tribunal, es sin duda la figura más importante –en términos prácticos- dentro de la operación del engranaje judicial mexicano. Sin el secretario de juzgado o tribunal no tiene campo de acción ni operatividad el juez de distrito de primera instancia ni el magistrado de circuito, porque al Secretario de Juzgado y al Secretario de Tribunal les corresponden funciones de información que le infunden vitalidad al propio Juez y al Magistrado. El Secretario de Juzgado y el de Tribunal son los que siempre tienen que ver con la pormenorizada asistencia para la decisión final de cada proceso penal. El Secretario de Juzgado y Tribunal es la persona que más conoce de cada caso que se ventila en el aparato judicial. Él lleva la cuenta de las pruebas, de las actuaciones, de las declaraciones de partes, y con base en ello realiza recomendaciones finales al Juez o al Magistrado, para que la justicia de la balanza se incline a un lado u otro. Esto, claro, también dependiendo de los propios intereses del Secretario o Secretaria, los que pueden o no empatar con los del juzgador formal