Con la 4T, igual que en el Neoliberalismo: Pemex sigue invadido por la corrupción.
Bajo ese antecedente, no se observa lejana la posibilidad de que el futuro de Octavio Romero Oropeza sea la cárcel, no solo por la fuerza del destino que implica ser director de Pemex, sino porque la práctica de la corrupción sigue siendo algo cotidiano en esa institución
