La orden de destruir la escuela Vicente Guerrero de la Nueva Jerusalén se conoció el 6 de julio de 2012 pero la visión de Mamá Catalina tuvo lugar días antes, sólo se estaba a la espera de algún hecho extraordinario que la confirmara. El que san Martín de Tours aceptó como tal fue que a un reo en Livingston, Texas, Estados Unidos, le había sido conmutada la pena de muerte a la espera de nuevas pruebas en su caso. Antes de ordenar la demolición de las aulas, el líder de la Nueva Jerusalén afirmó que el fin de los tiempos estaba cerca, porque “los homicidas estaban siendo puestos en libertad”. Se refería a las noticias en el juicio de Hank Skinner, un estadounidense de cincuenta años de edad, quien fue acusado y sentenciado a morir por los asesinatos de su novia y sus dos hijos en 1993 en Pampa, Texas. Se le exoneró de la pena capital para revisar una nueva prueba de adn, según apareció en diversos diarios de Texas el mes anterior